El aeropuerto sólo recibirá vuelos chárter y Fabra asegura que hoy en día no se ejecutaría

Nueva vuelta de tuerca en torno al futuro del aeropuerto de Castellón. El presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, ha admitido que el proyecto de Vilanova d’Alcolea sólo operará con vuelos chárter, ya que las líneas regulares no son sostenibles para la base castellonense, mientras que reconocía en una entrevista en un programa de televisión que, «hoy por hoy, el proyecto no se ejecutaría».
Justo un día después de que el presidente de Aerocas, Carlos Fabra, asegurara que había aerolíneas interesadas, el jefe del Consell ponía un toque de realidad a una de las obras más cuestionadas de Castellón y, por descontado, de España e incluso de Europa. Sobra decir que la infraestructura de Vilanova ha ocupado, en los últimos meses, cientos de titulares en la prensa mundial. El ‘aeropuerto sin aviones’ ha dado la vuelta al globo desde que el pasado marzo fuese inaugurado por el propio Carlos Fabra y el expresidente del Consell, Francisco Camps, en presencia de miles de dirigentes provinciales y autonómicos, empresarios y ciudadanos de a pie.
Las declaraciones de Alberto Fabra, en la feria madrileña de turismo Fitur, aseguró que el objetivo del Ejecutivo al que representa es que el aeropuerto de Castellón «se ponga en marcha con el menor coste posible»- arrojan nuevas dudas sobre la millonaria instalación. Y es que si por si no fuera bastante con el caos suscitado por la ruptura del contrato de explotación de la infraestructura con Concesiones Aeroportuarias, ahora parece ser que a Vilanova d’Alcolea sólo llegarán vuelos chárter. Es decir, aquellos que no se comercializan por los canales habituales de venta como, por ejemplo, los que contratan los componentes de un equipo de fútbol para sus desplazamientos.
La postura del presidente del Consell, que defiende la gestión pública del aeropuerto frente a la privada, pone además en entredicho las palabras del miércoles de Carlos Fabra, quien aseguró que existe un comprador -posiblemente un grupo empresarial extranjero- interesado en la infraestructura.
Tampoco queda claro que ocurrirá, en caso de que realmente el recinto sea utilizado en exclusiva por vuelos chárter, con las aerolíneas supuestamente atraídas por la instalación. Cabe recordar que en varias ocasiones se ha hablado de conversaciones mantenidas con Raynair y Wizz Air y otras compañías de bajo coste como Jet2.com o Blue Air. Conversaciones que parecen estancadas dada la indefinición actual del aeropuerto que, entre otras cosas, aún no goza de los permisos necesarios para que estas puedan operar en él.
Además, cabe tener en cuenta que todas estas aerolíneas exigen ciertas garantías para firmar con una infraestructura como la de Vilanova. Un hecho que el pasado mes de noviembre llevó al director general de la sociedad pública Aerocas, Juan García Salas, a reclamar la ayuda del Consell para subvencionar la llegada de pasajeros a partir de abril de 2012, fecha inicialmente prevista para la apertura de la instalación. Raynair, por ejemplo, dijo entonces García Salas, «pide un convenio para obtener de cinco a seis euros por viajero».
Con todo, lo cierto es que, justo un día después de que Carlos Fabra tratase de quitar hierro a la polémica sobre el aeródromo de Castellón -e incluso lograse eclipsar el hecho de que la instalación no goza de ningún protagonismo en Fitur- las dudas sobre el proyecto se agudizan. Dudas que volvió a plasmar ayer la diputada autonómica de EU Marina Albiol en un comunicado, y es que, a su parecer, las declaraciones que realizó este miércoles el presidente de Aerocas sobre la venta del aeropuerto «son poco plausibles».
En su opinión, «simplemente ha sido una fanfarronada propagrandística más» del expresidente de la Diputación Provincial de Castellón, al que acusó de «estar jugando con el dinero de todos» y al que retó a que «concrete la información relacionada con las supuestas empresas interesadas en la compra del aeropuerto».
Por otra parte, la diputada recordó que EU ha pedido una comisión de investigación parlamentaria en Les Corts para que se investigue la gestión económica y «exagerado gasto» de la infraestructura de Vilanova. «Estamos hablando sólo en promociones de 30 millones de euros para una infraestructura cerrada», denunció.
Mientras tanto, la ciudadanía se pregunta cuando y cómo entrará en funcionamiento una instalación en la que se han invertido más de 150 millones de euros y que estaba llamada a atraer a millones de turistas hasta Castellón.


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