Aeropuerto de Castellón.
El aeropuerto de Castellón cumple este domingo el primer aniversario desde su inauguración sin que las autoridades hayan conseguido ponerlo en funcionamiento. Un año vacío de vuelos y repleto de debate político y empresarial sobre la realidad de una infraestructura que las instituciones ven “vital” y que la oposición política considera un despilfarro convertido en “chirigota nacional”.
El 25 de marzo de 2011, dos meses antes de la convocatoria de Elecciones locales y autonómicas, los entonces presidentes de la Generalitat Valenciana y la Diputación de Castellón, Francisco Camps y Carlos Fabra, inauguraron “el aeropuerto del abuelo”, según las palabras textuales del propio Carlos Fabra cuando se dirigía hacia sus nietos ese mismo día.
Ante 1.500 invitados, ubicado en un pueblo de apenas 700 habitantes en la provincia de Castellón (Vilanova d’Alcolea), en una terminal de 10.000 metros cuadrados y junto a una pista de 2,7 kilómetros, Camps confesó que se trataba de “la culminación de un sueño” mientras Fabra, “feliz y emocionado” tras 14 años de proyecto, pronosticaba que dos meses después los aviones despegarían y aterrizarían en sus pistas. Nada más lejos de la realidad…
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